viernes, 17 de septiembre de 2010

No hay economía sana sin banca sana

Es viernes, el día que aprovechamos en este blog para la lectura de un libro de tema socioeconómico. Sin embargo, saben que a veces les he recomendado la lectura de un artículo en una revista, o el visionado de un video interesante. Hoy también vamos a hacer una excepción. Les recomiendo el texto de la intervención de Don Emilio Botín antes de ayer, en la III Conferencia Internacional de Banca que se celebró en Boadilla del Monte, en Madrid. Es un texto que goza de lo que se llama la cortesía del filósofo, aunque don Emilio sea banquero: claridad y brevedad. Apenas once páginas. Pueden conseguirlo en Internet, porque se facilitó a la prensa y algunos portales lo han colgado.

Es probable que aquellos de ustedes que me siguen piensen que lo podría haber escrito yo. Es posible, pero no alimenten mi vanidad. Que yo pudiera haber escrito ese texto no indica que goce de las capacidades de don Emilio. Sólo indica que ambos compartimos un pensamiento económico riguroso. ¿Qué quiero destacar del texto? Pues dos aportaciones. La primera, que hay que dejar caer a los bancos que no funcionan, y no dedicarles dinero público. Esto me lo han oído decir a mí hasta la saciedad. No se puede pedir esfuerzos a la gente común para sostener instituciones mal gestionadas como, por ejemplo, han sido muchas cajas de ahorro españolas. Tal vez, la conmiseración del poder político con las cajas -y esto lo digo yo- viene porque era ese poder el que las gestionaba.

La segunda aportación de don Emilio coincide con el contenido del post del miércoles de la semana pasada: el nuevo impuesto que se pretende para la banca no es una reforma del fondo de garantía de depósitos como mecanismo asegurador de los mismos -reforma que, en principio, podría plantearse-, sino un mero instrumento de recaudación fiscal que justificará, en el futuro, la obligación del estado de acudir en ayuda de la banca en cuanto tenga problemas. Y eso, a don Emilio y a mí, no nos parece bien. Ya que mi opinión les da lo mismo, háganle al menos caso él. Por lo demás, ya saben, busquen por Intenet la intervención de don Emilio Botín en la III Conferencia Internacional de Banca, que, por cierto, se titula No hay economía sana sin banca sana.

Y admítanme un consejo: desconfíen siempre del Gobierno.

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